
Albañiles y operarios, que utilizan almadanas, cizallas, volquetas, una retro de oruga y una retro de demolición, son los encargados de derrumbar desde el pasado 1 de octubre décadas de historia deportiva que se van al piso junto a las estructuras de los coliseos Jorge Alberto Valderrama, Yesid Santos e Iván de Bedout.
Con cada trozo de concreto que es demolido, las historias de miles de deportistas y competiciones que se desarrollaron en éstos escenarios se esfuman hacia los recuerdos porque del lugar de su ejecución sólo quedará el espacio para la construcción de los nuevos coliseos, que se edificarán con miras a los Juegos Odesur 2010, que tendrán como sede principal la ciudad de Medellín. El emblemático Iván de Bedout es el coliseo más añejo de los tres, fue construido en 1956 y allí se hicieron certámenes de la talla del Mundial masculino de baloncesto en 1982; además, de haber sido la casa en varios torneos del quinteto profesional de baloncesto Los Paisas y recientemente de su sucesor Arrieros. El Yesid Santos es un histórico escenario de voleibol que fue construido hace 33 años, en éste se desarrollaron competencias de alto nivel como los partidos de voleibol de los Juegos Centroamericanos y del Caribe en 1978; por su parte, el Jorge Alberto Valderrama, o Coliseo Auxiliar de Baloncesto, es un poco más reciente, se edificó como escenario para los Centroamericanos de finales de la década del 70.
Hasta hace un mes, al caminar por los alrededores de éstas estructuras sólo se escuchaban los golpes de los balones cuando rebotaban y los gemidos de los deportistas cuando entrenaban; ahora, el ruido del deporte fue cambiado por una especie de tiroteó que produce la retro demoledora cuando destruye el piso y las paredes en sus interiores. Finalizando la presente semana, los espacios que durante mucho tiempo fueron sede de distintas ligas ya estaban casi vacios y acompañados por la oscuridad que dejó el corte de energía que realizó la empresa contratista para prevenir incidentes laborales. El Iván y el Alberto, ya no tenían en su interior deportistas entrenando, sólo algunos espejos, cuerdas, espumas y pisos de caucho que aún no habían sido retirados de los sitios de entrenamiento de las ligas de Gimnasia, Pesas y Karate Do, a pesar de que el plazo para hacerlo había finalizado hace 15 días. Por su parte, el Yesid estaba sin elementos de practica u oficina, pero dentro de el, en donde quedaban las zonas administrativas, habían cuadros y trofeos históricos como dos fotos de los campeones nacionales de mayores, en Ibagué 1970, y los campeones nacionales juveniles, en Cartagena 1973, que, con suerte, no fueron destruidos por el muro y las graderías que circundaban éstos espacios y que fueron derribados el pasado jueves. Por la memoria de la historia del voleibol antioqueño ojalá hayan retirado a tiempo estos recuerdos.
Los viejos coliseos ya son parte del pasado deportivo de Antioquia, las nuevas estructuras que se construirán en reemplazo de las que están siendo derribadas conservarán los respectivos nombres que llevaban sus antecesoras y los cuales fueron puestos en memoria de personajes ilustres del deporte. Por ejemplo, Iván de Bedout fue presidente de la Liga Antioqueña de Baloncesto en 1954, él es considerado como el gestor del coliseo que lleva su nombre, el cual tuvo un valor de 1 millón 500 mil pesos; en el caso del escenario de voleibol, su nombre surgió en homenaje al reconocido periodista y dirigente deportivo José Yesid Santos Santos, quien falleció el 17 de enero de 1974 al estrellarse un avión de la empresa Cessnyca a tres kilómetros de Chigodoró.
No hay comentarios:
Publicar un comentario